Verdad, mentiras y medios

¿Cómo actúan los medios de comunicación cuando los líderes de los grandes partidos se enfrentan y uno de ellos trata de decir la verdad y el otro miente abiertamente?

La tradición en Estados Unidos es que los medios busquen un equilibrio en su cobertura de los principales partidos, pero la transformación del Partido Republicano en un culto personal a Donald Trump y un vehículo para sus aspiraciones autoritarias hace que esta regla sea problemática.

Algunas reacciones a los discursos recientes de Joe Biden y Donald Trump están generando preocupaciones sobre la normalización de las mentiras.

Dos letras, dos verdades

El jueves pasado en Filadelfia, el presidente Biden dirigió un ataque en gran medida justificado contra los trumpistas a los que llamó «republicanos MAGA».

Biden ha tenido cuidado de no incluir a todos los republicanos en sus críticas a los extremistas que niegan los resultados de las elecciones de 2020, minimizan los eventos del 6 de enero de 2021, aprueban la violencia política de la extrema derecha y creen que Trump es inmune a cualquier enjuiciamiento por posibles actos delictivos. Está claro que ella cometió.

Biden sacó a relucir una verdad demócrata que Trump se niega a aceptar: «No puedes llamarte patriota y amar a tu país solo cuando ganas». Denunció su intento de revertir los resultados de las elecciones de 2020 y su voluntad de hacerlo nuevamente en 2024.

El colmo del escándalo: Biden llamó a estos «republicanos casi fascistas de MaGA».

Trump se asusta

Ya sea que a uno le guste referirse al fascismo (o al prefijo «semi») o no, no hubo mentiras descaradas en el discurso de Biden. Hablando objetivamente, el trumpismo es una amenaza para la democracia estadounidense.

Tras este discurso, Trump y sus disculpas respondieron que era el “radicalismo de extrema izquierda” de los demócratas el que amenazaba la democracia, un argumento absurdo. Denunciaron frenéticamente todos los aspectos superficiales del discurso de Biden, sin refutar su contenido.

El sábado, Trump pronunció quizás el discurso más peligroso de su carrera en Pensilvania (que es decir algo). Duplicó las mentiras, las exageraciones y los ataques a los demócratas, además de atacar a quienes recuperaron documentos que robó al salir de la Casa Blanca.

ecuaciones falsas

¿Podemos dar fielmente el mismo valor de verdad a estos dos discursos? Una aplicación tan ciega del criterio del equilibrio devuelve la mentira a la normalidad. Sin embargo, esto es lo que estarán haciendo varias agencias de prensa de aquí a las elecciones legislativas de noviembre próximo y hasta las elecciones presidenciales de 2024.

Para CNN, los jefes indicaron su intención de buscar este tipo de equilibrio. La red le dio crédito al excelente periodista John Harwood, quien se atrevió a comparar los hechos de Biden con las mentiras de Trump en el aire.

Junto a politicolos expertos del periódico Beltway, el nuevo propietario también indicó su intención de ver el trumpismo como una expresión natural de la política estadounidense dominante.

Incluso los principales periódicos y las principales redes, cuyos equipos editoriales son conscientes de la amenaza del trumpismo a la democracia, se esforzarán por mantener el estándar del equilibrio sagrado y, al hacerlo, ayudarán a alimentar esa amenaza.

Trump no es normal. Entre la verdad y la mentira, no hay término medio que pueda sostenerse.


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