¡Fuera, diplomáticos rusos!

Es imposible mantener relaciones políticas normales con los delincuentes. Los líderes de Rusia ahora deberían ser considerados criminales.

La guerra en Ucrania no es una guerra justa, sino una guerra de anexión justificada por vagas teorías y falsas amenazas. Contrariamente a las afirmaciones rusas, Ucrania no está en manos de los nazis, los ucranianos no son rusos y ningún país amenaza la integridad territorial de Rusia. Sin embargo, estas fabricaciones y el ataque a Ucrania no convierten a los líderes rusos en criminales de guerra.

También está el camino. Aquí es donde comienzan los crímenes de guerra.

En casi todas las guerras, los actos de barbarie que entran en la categoría de crímenes de guerra son cometidos por unidades armadas de ambos bandos.

Sin embargo, estos crímenes generalmente no involucran la responsabilidad de los líderes de los estados, sino la responsabilidad de quienes los cometen y la responsabilidad de sus superiores inmediatos.

Putin preguntó

Desafortunadamente, Putin y su banda han ordenado al ejército ruso que cometa crímenes de guerra. De hecho, Putin incluso se jactó de ello, con una copa de champán en la mano.

Trató de restarle importancia señalando un corte de agua supuestamente impuesto por el ejército ucraniano en una ciudad del sur de Ucrania bajo ocupación rusa. Es una doble falta.

Por un lado, según un conocido principio de justicia, las acciones bárbaras de sus enemigos no justifican sus acciones. Después de eso, Rusia es el agresor, y las medidas extremas del ejército ucraniano pueden verse como actos desesperados de autodefensa.

Putin es incapaz de ganar la guerra en Ucrania con un ejército convencional. Así que decidió atacar directamente a la población civil. Las personas desarmadas no amenazan directamente a los soldados rusos.

En pleno invierno, decidió privarlos de agua corriente y electricidad. Decidió destruir edificios civiles, como hospitales y escuelas.

Tal destrucción no hace avanzar al ejército ruso. Por el contrario, estimulan a la población ucraniana.

espero en 2023

El bombardeo deliberado de objetivos civiles por parte de Putin no es un acto de guerra destinado a ganar batallas. Parecen gestos de venganza y despecho. Estos son crímenes de guerra. Esto convierte a Putin y su gobierno en criminales de guerra.

Ningún gobierno debería tener más relaciones normales con ellos, porque son criminales.

Lo primero que hay que hacer es reducir al mínimo las relaciones diplomáticas con Rusia.

Canadá debería predicar con el ejemplo y exigir que el número de diplomáticos rusos estacionados en el país se mantenga al mínimo hasta que caiga el gobierno de Putin.

¡Salgan diplomáticos rusos!

Démonos este regalo en 2023.


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