Festival de Cannes: «Me encantaría hacer una película en Luxemburgo»

A pesar de los muchos largometrajes en su haber, esta es su primera vez en Cannes para una película, y el director argentino casi se disculpa. Durante unas tres horas, Los Delincuentes retrata a un banquero que decide asaltar su banco para cambiar de vida. Thriller en tres actos, producido por Les Films Fauves, productora afincada en Differdange. Encuentro con Rodrigo Moreno, su manager, en Cannes al día siguiente del estreno.

Rodrigo Moreno: Sí, es un verdadero honor ser reconocido por este prestigioso comité. Me dijeron que deben haber visto 2000 películas antes de elegir la mía. Ser parte de esta competencia realmente me permite pensar en el proyecto futuro.

Hace tres semanas todavía estaba en Chile, porque la película también es una coproducción chilena, es increíble. Hace un mes estaba en Luxemburgo terminando la postproducción. Y ahora estoy en Cannes…

La idea está tomada de una vieja película argentina de la década de 1940, «Apenas un Delincuente», donde el protagonista roba dinero de su trabajo, decide ocultarlo, luego va a la cárcel y luego vive en el lujo. Tomé algunos elementos de la película excepto la parte de lujo. Moran (el protagonista principal) quiere ante todo disfrutar de su libertad.

La filmación tomó cinco años en total, ya que comenzamos a filmar sin obtener la financiación completa. Entonces tuvimos que esperar varias semanas antes de recibir ayuda de Luxemburgo, Brasil, Chile y una región de Argentina. Pudimos empezar pero llegó el Covid en marzo de 2020… El confinamiento era muy estricto en Argentina, por lo que las filmaciones se detuvieron durante un año y medio.

Sí, aprendí a aprovechar los obstáculos. Por ejemplo, en la historia, el personaje principal pasará tres años en prisión. Así que utilicé algunos elementos de la película para demostrar que el tiempo había pasado. Al comienzo de la película, por ejemplo, los niños toman clases de música, lo que encontramos tres años después en el largometraje pero también en la vida real.

Fue una idea de mi productor, que conocía el Fondo de Cine de Luxemburgo y Gilles Chanel (Les Films Foves). Hicimos toda la posproducción en el Gran Ducado y tres técnicos en Luxemburgo formaron parte del equipo, y fue un poco como una película de Luxemburgo. Ya teníamos un gran coproductor. Realmente me gustaría volver a trabajar con Luxemburgo, o incluso hacer una película allí.