Los negocios actuales difieren enormemente de lo que se solía acostumbrar algunos años atrás. La pandemia de coronavirus no sólo cambió los hábitos domésticos de la mayoría de las personas del mundo, sino que además trajo consigo el cierre de miles de locales comerciales, así como algunas de las caídas más abruptas de la historia de la economía moderna.
Esta enorme sombra que se alzó sobre el comercio internacional por supuesto tuvo su impacto en Argentina, donde algunas estimaciones locales señalan que alrededor de 8,5 millones de personas o bien perdieron sus trabajos, o bien lo tuvieron en riesgo durante el 2020. Se trata sin dudas de un impresionante golpe que obligó a muchísimos a acudir a la creatividad para mantener a sus empresas a flote, sobre todo en meses en los que la facturación se desplomó por el suelo.
El fenómeno, que afectó a la mayoría de la industria por igual, fue particularmente devastador para el sector gastronómico, que se encontró de golpe con sus puertas cerradas durante gran parte del año pasado. Esto sin dudas hizo tambalear a más de uno e incluso obligó el cierre de una enorme cantidad de locales, incluso algunos de los históricos bares y cafés de la Capital Federal.
La salida del delivery
Claro que la creatividad tuvo que cumplir su rol para no desaparecer y así, muchos recurrieron al delivery como una forma de escapar a la pandemia, con mucho éxito. Es que en definitiva, la gente no dejó de consumir, comenzó a hacerlo de otra manera, lo que implicó también otra manera de hacer negocios, desde ofrecer el pago mediante códigos QR, hasta la posibilidad de realizar entregas en el mismo día desde productos de farmacia hasta supermercados.
Esta revolución, que además parece llegó para quedarse, implicó un incremento notable de las capacidades de la industria del delivery, que según estimaciones privadas, ronda los 802 millones de dólares en 2021, y cuyas proyecciones se alzan en el orden de más del 10% durante este año, si se mantiene la tendencia actual.
Es por ello que miles de distintos locales gastronómicos se están sumando a las plataformas web como la de PedidosYa para lograr realizar sus entregas en tiempo y forma. Es que durante los primeros meses de la crisis económica del coronavirus, la mayoría salió en busca de motos para delivery, descubriendo que la demanda pasaba muy por encima a la oferta.
Incluso las grandes cadenas de helados artesanales como Freddo ofrecen delivery mediante esta plataforma, ayudando no sólo a sus clientes a conseguir lo que necesitan en cuestión de segundos, sino además respetando la tan importante cadena de frío. Se trata sin dudas de una gran ventaja que más de un enamorado del helado encontrará como una bendición.
Claro que el panorama a futuro es algo incierto y las proyecciones no son del todo claras, lo que si es cierto es que la campaña de vacunación tiene para largo y la amenaza de una nueva cuarentena a la vuelta de la esquina, obliga a los comercios a explorar nuevos formatos de venta. Entre ellos, la tan famosa “compra futura”, una suerte de pasaporte que permite ir registrando las compras y conseguir beneficios en el camino.