Batería robada: al no poder encender el marcapasos, el hombre de 50 años muere de un paro cardíaco

Un francés de 56 años murió el sábado de un paro cardíaco después de que un marcapasos que podría haberlo revivido no funcionara debido a la falta de baterías.

«[La batterie] robar. ¡Algunos realmente no tienen conciencia! Allí hizo que no ayudara a nadie en peligro. Se pueden salvar vidas pero ahí ya no estamos sirviendo! Enojado, despidió a Alain Crochet, el alcalde de Loiret, en una entrevista con Action Echo el martes.

Hace unos días, un trabajador de temporada que trabajaba en un campo de encurtidos sufrió un ataque al corazón.

Salvo que cuando el dueño del edificio, Olivier Corbin, también bombero y jefe del centro de rescate de Saint-Michel-de-Chavigny, acudió al lugar con un desfibrilador público a mano, que suele estar instalado cerca de la iglesia. La herramienta no se inició.

«Lo puse en su lugar usando electrodos. Tenía confianza. Dije [Service d’aide médicale urgente] «Espera, hay un problema, no arranca», decía, antes de darse cuenta de que faltaban las baterías, según los medios locales.

Sin embargo, el dispositivo solo se había utilizado unos meses antes, el 2 de abril, y los electrodos podrían haberse cambiado al día siguiente. El alcalde que iba a presentar una denuncia denunció el robo según Acción Eco.

Es más, apenas dos días después, se repitió el desastroso escenario cuando una mujer de 62 años cayó enferma en su tractor de hierro, pues no había acceso a un desfibrilador público.

«Que todos revisen su equipo periódicamente, para asegurarse de que no le hayan robado la batería, para asegurarse de que funciona correctamente», le habría hecho un flaco favor al alcalde al traer los desfibriladores a casa.

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