COVID-19: la vacuna planificada se probará en forma de parche en Lausana
publicado
Unisanté probará en 26 voluntarios, a partir de enero, una vacuna de nueva generación que se puede administrar en forma de parche. Debería proteger a largo plazo de Covid.
La vacuna se probará en 26 voluntarios sanos durante seis meses para monitorear los resultados secundarios.
Vacunas Emergex
El Centro Universitario de Medicina General y General, Unisanté, probará una nueva generación de vacuna contra Covid a partir del 3 de enero. Las pruebas han sido aprobadas por Swissmedic y se llevarán a cabo en Lausana en colaboración con el Centro de Investigación Clínica (CRC) de CHUV-UNIL y el Departamento de Inmunología y Alergia de CHUV. Este ensayo se produce cuatro meses después del lanzamiento de un estudio en Lausana para evaluar la seguridad de una nueva generación de vacunas contra el dengue, que utiliza la misma tecnología utilizada contra Covid que será objeto de esta prueba de Unisanté.
A diferencia de las vacunas convencionales que, en cambio, estimulan la producción de anticuerpos, la vacuna PepGNP-Covid19, diseñada en Inglaterra por Emergex Vaccines, se basa en los linfocitos T, responsables de la inmunidad celular, para eliminar las células infectadas por virus y prevenir las ‘respuestas’, explica Unisanté en un comunicado de prensa del jueves.
Emergex ha encargado a Unisanté que lleve a cabo un estudio clínico de fase I durante un período de seis meses. Debe determinar si la vacuna no causa efectos secundarios no deseados graves en personas por lo demás sanas. Participarán unos 26 voluntarios. Recibirán la vacuna en el brazo mediante microagujas de menos de un milímetro de profundidad, con el objetivo de desarrollar un parche de microagujas. Los primeros resultados se esperan para junio de 2022. Si los ensayos clínicos tienen éxito, la vacuna Emergex no estará disponible hasta 2025.
inmunidad duradera
Esta nueva tecnología ofrece una verdadera esperanza, dice Unisanté. La vacuna ya tiene el potencial de proporcionar inmunidad a largo plazo contra Covid-19. También se adapta mejor a posibles mutaciones virales.
Para Blaise Genton, responsable del estudio de Unisanté, la vacuna pretende ser un arma complementaria en el arsenal anti-Covid. “Anticipándose a una posible continuación del virus en los próximos años y la posibilidad de nuevas variantes menos sensibles a las vacunas actuales, es necesario desarrollar diferentes tecnologías”, explica. El nuevo producto también aborda la necesidad de un entrenamiento de inmunidad a largo plazo que evite los refuerzos estacionales.
Cabe señalar que desde el inicio de la pandemia, los proyectos de vacunación contra Covid-19 con emplastos se han duplicado, lo que demuestra un movimiento que podría revolucionar la forma en que se administrarán las vacunas en el futuro. Un estudio en ratones, publicado el viernes en la revista “Science Advances”, reveló resultados prometedores. Los investigadores australianos utilizaron un parche de plástico de 1 cm por 1 cm con más de 5.000 espinas diminutas en su superficie. Estas puntas están recubiertas con la vacuna, que se deposita sobre la piel cuando penetra. La respuesta de anticuerpos fue muy fuerte, incluso en los pulmones.
(el salón de clases)
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